UN PEDAZO DE HISTORIA CELESTIAL.

Quizás tenían mucho tiempo libre. O estaban cansados del vino sacramental. ¿Quizás fue inspiración divina? Nunca lo sabremos con certeza. Lo que sí sabemos es que los monjes de Hoegaarden fueron los primeros en descubrir la receta única de la cerveza de trigo alrededor de 1445.

TÍPICOS TURISTAS 
1445. Eso fue hace mucho tiempo. Bélgica era todavía parte de los Países Bajos que aún tenían un montón de colonias. Y como verdaderos turistas, los neerlandeses a menudo traían cosas extrañas y maravillosas de sus excursiones al extranjero. Así es como las especias exóticas pasaron a estar a nuestra disposición. Todo a beneficio de nuestros queridos monjes. 

MASTERCHEFS 

Las fuentes históricas nos cuentan que la primera cerveza de trigo era increíblemente amarga. Eso fue hasta que los monjes de Hoegaarden comenzaron a experimentar con la cáscara de naranja y cilantro de la colonia de Curaçao: un descubrimiento divino que condujo a la mundialmente famosa receta de Hoegaarden. Si entonces hubiera existido Masterchef, los jueces sin duda lo habrían llamado una obra maestra. 

UNA GRAN FÁBRICA DE CERVEZA 

La cerveza de trigo provocó un poco de revuelo en Hoegaarden. Concretamente, Hoegaarden se convirtió en una gran fábrica en el siglo XVIII. En 1709, la aldea tenía nada menos que 12 fábricas de cerveza. En 1726, ese número había aumentado a 36. Ah, y no nos olvidemos de las 110 malterías.

UNA GRAN JARRA DE CERVEZA DE TRIGO 

La última fábrica de cerveza de Hoegaarden, Tomsin, cerró su tienda en 1957. Poco después, en 1965, los aldeanos decidieron tomar medidas para preservar la receta original. El lechero Pierre Celis tomó el toro por los cuernos y comenzó a fabricar un lote en su granja de leche con sólo una caldera de cobre. 
Rápidamente expandió sus operaciones y se trasladó a un edificio más grande, ‘De Kluis’ (la Cripta), un sutil guiño a los monjes. En 1985 el guiño ya no era tan sutil pues estaba produciendo más de 75.000 hectolitros por año. Justo cuando estaba a punto de empezar a exportar a Estados Unidos, un incendio bastante grande arrasó sus sueños (y la cerveza). La fábrica quedó destrozada. 

LA HERENCIA 

La cerveza de trigo belga original no podía perderse. Hoy, 9 de cada 10 cervezas de trigo vendidas en Bélgica son de Hoegaarden. Mientras tanto, su sabor único está siendo apreciado y premiado en toda Europa, Norteamérica, Australia, Singapur y China. Otra historia es cómo se pronuncia el nombre en otras partes del mundo. Uno que no diremos.

Nuestras cervezas

HOEGAARDEN WHITE
500 años de duro trabajo costó hacer esta cerveza que incorpora el aroma de la piel de naranja, cilantro y hierbas que unos alegres monjes importaron desde la soleada Curaçao. Hablando de eso: tirar una Hoegaarden es como dejar que el sol entre en tu vaso, por su amarillo claro y turbiedad natural. Y su suave espuma aporta un toque «nublado». Y luego está su sabor suave, ligero y ligeramente dulce y amargo, y con sutiles notas cítricas… En fin, ¡ve y pruébala en lugar de leer sobre ella! 
De hecho, eso es lo que hizo el jurado de los European Beer Star Awards 2014. Nuestra blanca ganó el bronce en la categoría de cerveza blanca al estilo belga, ¡deliciosa! 

HOEGAARDEN ROSÉE 
La historia de los botes de mermelada (la leyenda es que la forma del vaso se derivó de los botes de mermelada. Porque ¿qué hace uno cuando no quedan vasos limpios en el pueblo? Eso es, beber de botes de mermelada.) nos dio una idea. La Hoegaarden Rosée. Puede ser rosa pero es sobre todo una cerveza de trigo. Además incorpora el sabor suave y el sutil color de las frambuesas. Y aunque no tenga un elevado porcentaje de alcohol, sí puedes disfrutarla bien en un buen día de sol. 

HOEGAARDEN 0,0 
Todo lo que podemos decir de la Hoegaarden 0,0 es que tiene el mismo sabor pleno y refrescante que la Hoegaarden normal pero sin el alcohol. Eso nos da un momento para escribir un breve ensayo sobre las fascinantes cualidades del Rubus Idaeus… Ah, mejor en otro momento. 

HOEGAARDEN 0,0 ROSÉE 
¿Qué podemos decir de la Hoegaarden Rosée aparte del hecho de que se parece a la Hoegaarden Rosée normal pero sin el alcohol? 

HOEGAARDEN SPÉCIALE 
La Hoegaarden Spéciale es, bueno, especial. Si fuera normal seguramente no la llamaríamos Spéciale. Solo porque sí decidimos retar a un club de cata de vinos amateur a describirla. Dijeron que era juguetonamente amarga, con un toque en el paladar sofisticado y un regusto prolongado. Preferimos decir que algo amarga, con un sabor maduro y que se sirve en un vaso frío. Pero tenían razón sobre el regusto.  
Es una cerveza de temporada, solo disponible desde octubre hasta el final de enero. Disponible exclusivamente en Bélgica. 

HOEGAARDEN GRAND CRU 
La Grand Cru es la obra maestra de Hoegaarden. Pero vamos a intentar ser modestos. Tiene un fantástico color naranja turbio, un maravilloso aroma afrutado y un sabor dulce y amargo complejo inigualable. Los sutiles notas de especias y cítricos son la guinda del pastel. Eso, eso fue sutil. Disponible exclusivamente en Bélgica. 

HOEGAARDEN FORBIDDEN FRUIT 
Aparentemente Adán se decepcionó mucho cuando la serpiente le ofreció la manzana. Y no le culpamos. Este fruto prohibido es rojo oscuro, ligeramente dulce, aterciopelado y lleno en la boca. Se fabrica con malta tostada y lúpulos, lo que le dan el típico aroma de las plantas herbáceas. Por cierto, no está prohibido tener sabor.